La Bolsa Electrónica de Chile (BEC) comenzó operaciones en noviembre de 1989, transformándose en la primera institución en toda Latinoamérica en implementar un sistema electrónico de transacciones en tiempo real, lo que provocó un cambio en el mercado de capitales de la región debido a la modernización que ello conllevá para la industria bursátil, no sólo nacional sino que también a nivel latinoamericano. A contar del nacimiento de la BEC, ya no fue necesario acudir a una rueda física para estar al tanto de las transacciones realizadas en el mercado. Desde ese momento, por vía electrónica se tendría acceso en tiempo real a las operaciones en el mercado de valores, con un atributo que se transformó en un requerimiento imprescindible: la inmediatez de la información.
Uno de los objetivos de la BEC es acercar a la gente a la bolsa de valores, razón por la que ha estado constantemente preocupada de detectar las necesidades y deseos de sus clientes y público en general para transformarlos en soluciones integrales.
La necesidad de contar con instancias de mayor competitividad y menores restricciones, en momentos en que el país vivía una etapa con condiciones atractivas para la inversión, fue el contexto que propició el nacimiento de la BEC, lo que marcó un hito en Latinoamérica. Se conjugaba así el interés mostrado por una serie de bancos por introducir una nueva plaza de negociación de valores que inyectara mayor competitividad y dinamismo al mercado de capitales.
El gran desafío para los iniciadores fue afrontar un proyecto de esta envergadura, ya que se intentaría computarizar un sistema transaccional sin contar con un ejemplo similar dentro de los mercados de valores de la región. El único caso a mano era el Nasdaq en Estados Unidos, que en 1971 se convirtió en la primera bolsa electrónica del mundo.
En diciembre de 1987 se llevaron a cabo las primeras conversaciones entre quienes estaban interesados en formar un mercado paralelo que respondiera a las necesidades de los agentes de valores, canalizando así el auge económico que el país vivía por ese entonces. Entre ellos figuraban Vicente Muñiz, socio de la corredora Chilemarket, el economista Daniel Tapia, el ex ministro Sergio de la Cuadra, Pedro Samhan y Sebastián Piñera, entre otros.
Sólo un mes después, en enero de 1988, la Asociación de Agentes de Valores de Chile invitó a sus asociados a evaluar la creación de una nueva "bolsa sin rueda", consiguiendo después de un par de semanas que 23 instituciones comprometieran su apoyo al desarrollo del proyecto.
Dos años de planes bastaron para que la Bolsa Electrónica de Chile comenzara sus operaciones el 2 de noviembre de 1989.
El uso de tecnología de punta facilitó la implementación de terminales de transacción de última generación, dando así un gran impulso al mercado de valores no sólo en Chile sino que también en el resto de Latinoamérica. Mayor transparencia, acceso a nuevos corredores y la reducción de costos para los futuros agentes de valores fueron las características que marcaron la puesta en marcha de la BEC.
Si bien comenzó como una plaza monoservicio, es decir, concentrada en acciones a través de su sistema de transacción electrónica Sitrel, desde un principio la BEC propició la creación de productos que contribuyeran al desarrollo del mercado. De hecho, en la actualidad Sitrel no sólo permite transar en acciones, sino que también llevar a cabo todos los tipos de negocios del mercado bursátil: rueda, remates y licitaciones, así como también la transacción de todos los instrumentos que la bolsa incorpora (acciones, instrumentos de intermediación financiera y papeles de renta fija). En 2002, la BEC fue la primera en la historia del mercado chileno en lanzar la rueda para papeles de renta fija.
La Bolsa Electrónica de Chile se transforma en el primer agente de Latinoamérica en dar el impulso necesario para el nacimiento de una nueva bolsa electrónica dentro del continente. La BEC a través de Open Gets, implementa un sistema transaccional electrónico de la Bolsa de Valores de Panamá.
- Creación del ADRián
Se introdujo un nuevo índice denominado ADRián, el cual agrupa a las empresas chilenas que cotizan en ADR en Estados Unidos.
- Acceso al DCV
El 1 de julio de 1998 se convirtió en la primera plaza bursátil nacional en permitir la liquidación de sus operaciones accionarias a través del Depósito Central de Valores (DCV), entidad que procesa y registra electrónicamente las operaciones de transferencia efectuada por intermediarios de valor, entregando mayor transparencia y seguridad al mercado accionario. Del mismo modo, fue la primera plaza bursátil en adaptar sus sistemas para la liquidación de papeles, tanto de renta variable como de renta fija, en el DCV.
- Primera bolsa chilena con sitio web
En noviembre de 1999, la BEC lanzó la primera página web bursátil del país, la que informó en tiempo real vía web sobre el movimiento del mercado de valores y financiero del país, dando a su vez mayor accesibilidad al público en general del acontecer diario del mercado de valores nacional.
- Innovación en la renta fija
El 20 de agosto de 2000 se inició oficialmente la primera rueda de renta fija en el país, dando respuesta a una creciente necesidad del mercado de transar papeles emitidos por el Banco Central de Chile, permitiendo así establecer precios acorde a la oferta y demanda existentes.
- Software transaccional de divisas
Uno de los hitos que marcó al mercado local se dio en 2003, cuando la BEC y SIF Garban Intercapital -hoy SIF ICAP- se asociaron para introducir Datatec, un sistema electrónico de divisas y sus derivados que permitió transar todo tipo de monedas y tasas, ampliando las posibilidades de negocios y generando en Chile opciones con las que ya contaban los mercados más desarrollados.
- Familia de índices
La BEC fue la primera bolsa chilena que ofrece una familia de índices (Chile 65, Small Cap, Large Cap, Holdings, ADRián, TEND y los índices sectoriales) desarrollados en base a rigurosos estándares internacionales tal como fueron creados otros a nivel mundial como el S&P500.
- Broker de voz
El 2 de noviembre de 2004, la BEC revolucionó el mercado de valores local y latinoamericano con el servicio de "Broker de voz". Se trata de una mesa de operaciones virtual, a la cual los ejecutivos pueden conectarse y ser parte de las transacciones de bonos, monedas e incluso de instrumentos más sofisticados como swaps de tasas y forwards.