La Bolsa Electrónica de Chile (BEC), tiene como propósito generar instancias de negociación y favorecer la intermediación financiera a través de distintas actividades como la compra y venta de instrumentos financieros. La BEC permite que se pongan en contacto compradores y vendedores en su afín de financiar distintos tipos de negocios.
La Bolsa Electrónica se constituye así en un importante agente cuya función es generar el crecimiento de los negocios y de la propia bolsa, entregando así seguridad jurídica basada en las regulaciones del mercado de valores.
Desde sus inicios, en 1989, la Bolsa Electrónica de Chile se ha caracterizado por ofrecer novedosos servicios que responden a las cambiantes necesidades del mercado.
Los productos y servicios ofrecidos por la BEC han sido desarrollados de acuerdo a los más exigentes estándares internacionales y bajo rigurosas normas de seguridad alineadas con las normas de la Superintendencia de Valores y Seguros.
Dispone de distintos sistemas electrónicos de transacción en tiempo real, los que permiten a corredores y agentes de valores operar en el mercado sin la necesidad de asistir físicamente a una rueda, lo que a su vez se traduce en menores costos y les permite acceder a los múltiples servicios asociados, como la interconexión con distintos mercados.
Desde su nacimiento, la Bolsa Electrónica de Chile ha sido el referente de la modernización que ha experimentado el mercado de capitales local. La utilización de tecnología de punta ha posicionado a la BEC como uno de los agentes protagonistas del cambio tanto en Chile como en Latinoamérica.